COVID 19 Y LA PRESENCIA DE ÚLCERAS DE PRESIÓN O LLAGAS
Una de las complicaciones más frecuentes de los pacientes que han permanecido intubados y sedados en cuidados intensivos por COVID-19 es la formación de úlceras por presión, también llamadas escaras o llagas. Éstas se producen cuando la piel se lesiona por estar comprimida en una misma posición durante un largo tiempo. Por lo general, se forman donde los huesos están más cerca de la piel: hombros, codos, caderas, coxis, talones, tobillos y cabeza.
En el caso de los pacientes que pasaron varios días en UCI por coronavirus, también pueden aparecer en rodillas, genitales, mamas, dedos de los pies, mejillas, entre otras zonas. Todo depende de la posición en la que estuvieron en reposo obligado por encontrarse conectados a los equipos médicos. Muchas veces estas lesiones desaparecen antes de ser dados de alta; sin embargo, en ocasiones es necesario continuar con el tratamiento en casa.
Aquí radica la importancia de que tanto, el afectado como sus familiares, aprendan a tratar las escaras para evitar complicaciones que agraven el estado de salud del enfermo.
Al respecto, la licenciada Ana Cabello Lostaunau, Directora de Enfermería de la Clínica Ricardo Palma, brinda los siguientes consejos.
1.Revise la piel a diario. Fíjese bien en las zonas típicas de presión.
2.Mantenga la piel limpia y seca. Use jabón neutro y una esponja suave para realizar la higiene. Al secar, hágalo dando pequeños toques, nunca frote.
3.En la zona afectada puede poner ácido graso hiperoxigenado para reparar el daño producido por la presión prolongada.
4.Evite que la piel se reseque. Aplique una crema humectante o aceite de oliva extra virgen en todo el cuerpo, procurando que se absorba completamente. Sea delicado y no presione los puntos comprometidos.
5.Durante el baño, el agua debe estar tibia, no muy caliente.
6.No utilice ningún producto que contenga alcohol en el área tratada.
7.En caso de estar postrado, cámbielo de posición cada 2 hora o a demanda. Esto lo ayudará a tener una mejor circulación sanguínea. Procure mantener la alineación corporal para distribuir el peso de manera uniforme y evite contacto directo de las prominencias óseas entre sí (tobillos o rodillas).
8.Coloque un dispositivo de apoyo para aliviar la presión en la región de glúteos y coxis, tales como una frazada enrollada en la cintura y muslos. Al igual debajo de las rodillas y tobillos.
9.Evite el arrastre para moverlo, puede erosionar la piel. Pida ayuda.
10.Use ropa de cama de algodón. Cámbiela a diario. Siempre debe estar seca, limpia y sin pliegues ni arrugas porque podrían causar nuevas lesiones.
11.Si el paciente utiliza pañal, aséelo apenas orine o defeque para evitar irritaciones que favorece el deterioro de la piel. La higiene es fundamental. Debe limpiar, secar y colocar película protectora cutánea cada vez que cambie el pañal.
12.Una alimentación adecuada también favorece el proceso de cicatrización. La dieta siempre debe contener, salvo indicación médica, proteínas, carbohidratos, líquidos, frutas y verduras.
13.Estimule la actividad y el movimiento del paciente, tanto activo (generado por el propio paciente) como pasivo (asistido, el paciente no hace esfuerzo) para que exista una mejor circulación.
14.Respete las instrucciones del especialista en relación con la aplicación de productos especiales para acelerar el proceso de curación y de pomadas antisépticas para prevenir infecciones.
15.El empleo de colchones y cojines antiescaras pueden ser de gran ayuda.
16.Desinfecte el colchón todos los días con una solución de agua con unas gotas de lejía.
Hasta antes de la pandemia, la mayoría de los pacientes hospitalizados que sufrían estas lesiones eran los adultos mayores. Sin embargo, la situación ha cambiado considerablemente y ahora afecta a personas de todas las edades que se encuentran limitadas en su movimiento.