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¿CUAL FUE EL MAQUILLAJE TÍPICO DE DIANA DE GALES?

Su rostro se convirtió en uno de los iconos beauty de los 90; sin embargo, prácticamente nada de lo que la princesa Diana lució en vida sigue siendo tendencia en la actualidad. Al pensar en la Lady Di, puede que tan solo un cosmético venga a tu cabeza: el lápiz de ojos azul. Mucho se ha hablado de aquel azul eléctrico con el que los ojos de la ‘princesa del pueblo’ irradiaban luminosidad. Una de sus maquilladoras más conocidas, Mary Greenwell, ha llegado a apuntar que le gustaba porque quería llamar la atención de sus ojos, aunque con otros tonos habría conseguido acentuarlos más.

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Otra de sus cualidades más destacadas era su piel. Aunque siempre se ha dicho que la princesa Diana sufría brotes de rosácea que explicarían sus siempre sonrojados pómulos cuando aún era lady Spencer, realmente nunca se pronunció al respecto y su maquilladora destaca su calidad de piel como uno de sus tres cualidades beauty: “Ella sabía que sus puntos fuertes eran sus ojos, los huesos de su estructura facial y su preciosa piel”, confesaba en el canal de YouTube de Lisa Eldridge, en el 20 aniversario de su muerte.

Qué queda del legado de Diana de Gales 18 años después?

En un reportaje de ‘Good Morning America’, de la cadena ABC, la misma maquilladora apuntaba que, para recrear el look de la princesa Diana, solo era necesario utilizar máscara de pestañas, una paleta con tonos suaves y una base de maquillaje muy ligera.
La máscara de pestañas era precisamente el cosmético quizá con mayor peso en el maquillaje de Diana. Según explicaba la maquilladora, para conseguir ese acabado, comenzaba aplicando una prebase de pestañas arriba y abajo. A continuación, utilizaba una máscara de pestañas con el gupillón muy estrecho, y se centraba solo en la raíz para conseguir oscurecer la mirada, igual que haría un lápiz de ojos.

Con otra máscara de pestañas, trabajaba la longitud y las levantaba, aplicando el producto de raíz a puntas, pero sin movimiento en zigzag. Pero, no contenta con ello, la maquilladora sumaba otra capa de máscara para alargar la mirada, poniendo acento en las pestañas de los extremos, concretamente en sus puntas. De este modo se consigue una pestaña mucho más gruesa, peinada, separada, con volumen y capaz de resistir durante las horas que durase el acto. La palabra con la que la maquilladora describe el efecto de las pestañas superiores es ‘thick’, grueso; sin duda, una forma perfecta de definir las pestañas de Diana de Gales, gruesas y con mucho producto.