Marcas peruanas se unen durante la pandemia para vender a Estados Unidos
El ingenio peruano -para no decaer en medio de la crisis por el coronavirus– conquista tierras norteamericanas. Especialmente, el talento artístico. Once marcas de artesanía y moda se han unido en un canal de comercio online: perugiftshop.com. La tienda virtual –recibe pedidos individuales y al por mayor– tiene el apoyo de la Oficina Comercial – Houston (OCEX).
“En este tiempo nos ayuda a generar ventas y empleo. Y hace posible que el mercado de Estados Unidos conozca nuestra historia a través de piezas hechas a mano. El Perú tiene técnicas ancestrales únicas y debemos mantenerlas”, destaca Evelyn Brooks, directora del proyecto. ¿Qué hay en la plataforma? Es posible encontrar esculturas de madera, vestimenta tradicional, objetos decorativos, pañuelos, carteras y más. En esta etapa inicial, han vendido a California, Nueva York, Delaware y Missouri.
Evelyn (45) es una peruana emprendedora, diseñadora de joyería, que reside en Washington D. C. desde hace 17 años. Fundó la marca Evelyn Brooks Designs en el 2004 con la visión de realizar piezas de moda inspiradas en nuestro país. “Muchos diseñadores usaban piedras y cristales en sus joyas, pero nadie le daba importancia a los huayruros (oriundos de la selva del Perú): objetos para la buena suerte. Debía conseguir que quien los usara se sintiera orgulloso de estas semillas”, indica Brooks. Así, lleva más de 10 años empleándolos con éxito en sus colecciones.
Para lograr sus obras maestras, trabaja de la mano con una comunidad de Amazonas: Amarno, en Bagua Grande. “Me interesó mucho su labor. Aunque nuestra comunicación es limitada, porque no tienen acceso estable a internet. Trabajamos hace tres años y sus piezas se venden bien en Amazon Canadá y Estados Unidos”, destaca Evelyn.
Alguien que también puso en valor la esencia tradicional peruana es Griela Pérez (34). Su alma de artista y las ganas de que su pequeña hija Agustina no perdiera jamás el lazo con sus raíces, la llevó a dar vida a Las Polleras de Agus. “Decidí vestirla con polleras, de la mano de una artista especialista en el bordado huanca. Quería que sea una niña auténtica”, señala Griela. Así, en el 2014 armó dicho proyecto, con el deseo de transmitir identidad, más allá de solo una prenda de moda. “Me baso en la ética, al visibilizar a las personas que están detrás de la elaboración de cada pieza”, menciona Pérez.
Artesanos de Puente Piedra y del Rímac (Lima), así como de las comunidades andinas: Canchis, Cañas, Paucartambo y Calca, en Cusco; y Huayocachi, Huancayo; colaboran en la empresa. Sin duda, la misión es rescatar los bordados típicos. “Promovemos el trabajo de los artesanos a través de prendas de alta calidad, dignas de ocupar un excelente lugar en el mundo de la alta moda. Además, cada una lleva un certificado de autenticidad. Por medio de un código QR pueden conectar con el artista. De esta manera, creamos un vínculo directo con el protagonista”, afirma Griela.
Asimismo, considera que el aislamiento es una pausa obligada que –de cierta forma– trae nuevas oportunidades para renovarnos como sociedad. “No podemos dejar de lado que muchas personas se están quedando sin trabajo. Por ejemplo, nuestros principales proveedores (los bordadores) están en un grave problema por falta de liquidez. Por ello, realizamos productos solidarios, cuyas ventas sirven para darles un bono. Además, empezamos con las preventas para retomar acción apenas se levanten las restricciones”.
Por su parte, Rocío Mantilla (50), quien está al mando de Platería Rocío, recalca que Perú Gift Shop ha ayudado a su empresa familiar –con más de 65 años y dedicada a la vajilla decorativa y utilitaria en plata– a tener un importante canal de venta en Estados Unidos. Para ella, que la tienda virtual cuente con el apoyo de PromPerú y del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, permite mayor cobertura. “Es como si tuvieras un equipo de ventas en otro país. Cada marca tiene la libertad de poder negociar con los compradores. Es un proyecto abierto que mantiene la ética”, destaca.
uenta que, labora junto a talleres de artesanas de Iquitos. Ellas, se encargan de trabajar la madera de una de sus líneas de piezas utilitarias. “Es una fusión con la platería”. Del mismo modo, le brinda oportunidad de crecer a un taller de jóvenes con habilidades especiales de Ventanilla. “Hacen vitrofusión. Tienen manos muy finas y logran crear aplicaciones con vidrio y semillas”. Finalmente, Rocío es consciente de que la pandemia trae cambios. En su caso, los pedidos de productos disminuyeron, e incluso, muchos se anularon. No obstante, ve este contexto como una salida para reinventar la marca.