Recomendaciones para cuidar la piel al llevar mascarilla y ante incremento de la radiación solar
Factores como el aumento de la temperatura, la mayor presencia de rayos solares y el uso constante de la mascarilla pueden causar problemas dermatológicos, especialmente en aquellas personas que tienen la piel sensible, grasa o con algún tipo de condición base, como rosácea, informó el Hospital de Emergencias de Villa El Salvador (Heves) del Ministerio de Salud (Minsa).
Al respecto, Milton Rodríguez Zuñiga, médico dermatólogo de este establecimiento de salud, recordó a las personas que tienen problemas dermatológicos la importancia de utilizar jabones especiales y cremas para mantenerla hidratada, según sea el caso. “Tampoco debemos dejar de lado la protección contra los rayos ultravioleta”, apunto el especialista.
Asimismo, destacó que el tipo de mascarilla que se utilice también impacta en la piel. “La N95 y la KN95, por ejemplo, ejercen mucha presión sobre el rostro lo que ocasiona irritación. Además, al ser más gruesas, la sofocación y humedad del verano son factores que pueden exacerbar las condiciones de la piel”, afirmó Rodríguez Zuñiga.
En ese sentido, recomendó utilizar mascarillas de tela o, preferentemente, las quirúrgicas simples que ofrecen un alto nivel de protección y al ser más delgadas no causan mucha sofocación. “Si se opta por una de tela, lo aconsejable es la de algodón y, de ser posible, que sea de color claro porque las oscuras absorben más calor”, agregó el especialista del HEVES.
Rodríguez Zuñiga resaltó que el sudor por sí mismo no debería causar problema en la piel; sin embargo, si se le suma la mascarilla se crea un ambiente húmedo que desgasta a este valioso implemento de bioseguridad. “Es un peligro para la piel y para uno mismo, ya que se reduce la efectividad y la protección ante secreciones o el propio ambiente”, detalló.
Cuidados constantes
El especialista llamó a la población a cambiar de mascarilla constantemente, preferiblemente todos los días o a lavar la de tela cada dos días. “Recordemos, también, que una mascarilla húmeda es caldo de cultivo para la aparición de ácaros, hongos u otras bacterias”, indicó el dermatólogo.
Por último, Rodríguez Zuñiga destacó la importancia del lavado del rostro con un jabón dermatológico entre dos y tres veces al día. “Si la persona empieza a sentir que en la mascarilla empieza a desarrollarse un ambiente húmedo o la piel se irrita por el sudor hay que lavarnos con agua o agua micelar. También es muy recomendable utilizar agua de manzanilla para un lavado extra a media mañana o tarde”, finalizó el especialista.